Por Alexander Terrazas *

¿Cómo era el Padre Juan Triviño de niño, adulto y luego como sacerdote? ¿Qué recuerdos guarda de su hermano?

Era un niño tranquilo, muy filiar y sus recuerdos me llevan siempre a nuestros padres. En su juventud antes de ingresar al seminario trabajó una temporada en Tumaco como profesor en el Liceo Nacional Max Seidel en el área de Sociales. En 1987 fue ordenado Sacerdote en San Andrés de Tumaco, luego de un breve paso por la ciudad de Cali (Valle) se estableció en el Departamento del Amazonas por casi 12 años.

Tengo entendido que trabajó en la Selva Amazónica ¿Cómo fue su labor allí y qué obras realizó?

Primero estuvo como seminarista por dos años, luego se ordenó como sacerdote en 1987 y regresó al Amazonas porque vio que había muchas cosas y necesidades en las cuales él podía ayudar. Fue director del Internado Fray Javier de Barcelona (Araracuara-Amazona). Uno de sus proyectos importantes fue la construcción de la Iglesia Católica de Puerto Santander, de la cual fue su fundador.

¿Recuerda alguna anécdota o travesura que haya hecho?

Siempre estábamos juntos, por supuesto a la hora de las comidas me sentaba a su lado porque como era tan comelón siempre quedaba con hambre, entonces yo comía más despacio para poderle pasar mi comida y que mami no se diera cuenta porque nos regañaba a ambos y así mi ‘Ñañito’ quedaba satisfecho o tranquilo Jejejeje.

Nuestra alacena era como un armario empotrado con vidrio, parecida a una vitrina donde se podía ver algunos alimentos (quesos, conservas, dulces etc.) pues Juanillito (cariñosamente lo llamaba) se metió en la despensa en un descuido porque siempre permanecía con llave y se quedó dormido allá dentro. Cuando empezamos a buscarlo porque no aparecía y ya mamá súper angustiada no sabíamos donde buscarlo, de repente yo estando en el comedor miro hacia la alacena veo la manito por el vidrio que se había quedado atrapada, entonces ya abrieron la despensa y dijo que él se había metido a comerse el queso y como su mano se quedó atrapada de tanto esfuerzo que hizo se quedó dormido.

El padre Juan siempre hablaba de su querida hermana Lucy ¿Qué significaba usted para hermano y él para usted?

La relación entre hermanos es uno de los lazos más fuerte y duradera y más con el padre Juan porque fue para siempre. Primero, por criarnos desde pequeños y estar juntos siempre tuve un alto nivel de protección ante cualquier persona (porque así cuidábamos esa relación de hermanos) por ello él también estuvo pendiente de mi para ayudarme en cualquier momento. Segundo, nos convertimos en los mejores amigos, cuando nos contábamos algún secreto y si sabíamos que este podría ponernos en peligro o no estaba bien, no dudábamos en manifestar lo que se pensaba. Tercero, sabíamos nuestras verdaderas alegrías y tristezas. Cuarto, mi hermano Juan G. (cariñosamente lo llamaba mi padre Miguel Ángel Triviño) fue mi guía espiritual, es ese ser de luz que siempre están a nuestro lado, acompañando, ayudando en cosas en que nos sentimos a veces perdidos. Y quinto, hablar de mi hermoso hermano las palabras se me quedan corta, su ternura, sencillez, su sonrisa de gratitud en todo momento. Su carisma para que toda la gente lo quisiera y yo emocionada de verlo como pedía con cariño para ayudar a otros y nadie se negaba a colaborarle. Doy gracias a Dios que tuve el privilegio de estar y pertenecer a este ser humano tan valioso y que sabemos que Dios se llevó a uno de sus mejores hijos para que gozara de su gloria para que desde allá arriba será nuestro Ángel Celestial (Intermediario entre Dios y nosotros).

EL Padre Juan siempre hablaba de sus ahijados ¿Cuántos tuvo y cómo era su relación con todos ellos?

Si, tuvo muchos ahijados. Llegó a tener que me acuerde unos 25(Ricardo, Erick, Lexdeimer, José, Elvis, Ronald, Jorge, Wilfer, John Jaime, William, Martín, Michael, Cristobal, Yoshi, John, Diego Alejandro, Oliver, Felipe, Eduardo, Sergio Andrés, Juan Pablo y Frank) y los elegía según sus necesidades, siempre mirando y observando donde podía ayudar.

¿Qué fue lo último que usted pudo conversar con él, qué planes tenía, cómo se sentía en Colombia antes de su muerte?

El padre Juan vivía muy contento en Cali (V) Colombia, le gustaba mucho el clima y su sitio de confort (como él le llama a nuestra casa) era muy acogedor y agradable y este sitio fue acondicionado y decorado por su querida Ñañito Lucy (como cariñosamente me llamaba). Cada dos días hablábamos y me contaba de todas sus actividades que tenía de acuerdo a su agenda (ayudar al párroco de nuestra iglesia, celebrar y concelebrar misas, confesiones, grupos de oración, visitas a enfermos y atención a comunidad y parejas), por supuesto que yo me sentía muy feliz de oír a mi hermano cómo se sentía satisfecho con todo lo que estaba haciendo en Cali que por cierto ya era conocido por la comunidad de Los Álamos. Uno de nuestros planes era cambiarnos a un lugar más pequeño y que fuera de un solo piso ya que se le dificultaba subir y bajar escaleras. Lo último que pude hablar con él fue cuando lo llevaron a la clínica y donde me pidió mucha oración.

*Editor de Hispanos Católicos

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