Por Ricardo Quiñones*

Después de un largo periodo de cuarentena, ha habido casos aquí en Ottawa muy tristes, llevando la unción al enfermo, y los familiares que no pueden estar al lado del enfermo. Se hizo la transmisión vía Skype.  En otra ocasión tuve que rezar con la persona a través del teléfono porque no permitieron que pueda ingresar al recinto. Yo pienso que Dios está permitiendo todo esto para purificarnos para revalorizar lo que anteriormente se dejaba a un lado. Que es la compañía y la cercanía de la familia. Se había idolatrado la autosuficiencia, se había caído en la esclavitud de un materialismo enfermizo……y  a través de este acontecimiento del coronavirus vemos que nuestras acciones influyen en directamente en nuestro entorno…….el otro existe, la naturaleza se renueva.

Que es lo que realmente necesito…comida, agua, vestimenta, abrazar a los seres queridos, cuidar el medio ambiente ….no es “necesario” un auto “super lujoso” , “cartera de marca”, “ropa de marca”, tirar la basura en cualquier sitio, …. aunque podamos hablar por internet no es lo mismo estar en la presencia de la persona.

La relación entre los miembros de una familia o dentro de nuestra comunidad eclesial no la podemos reducir a una relación virtual eso sería empobrecerla. Pidamos a Dios la fuerza para resistir  este tiempo de purificación y cuando pase no volver a la vida de antes……vuelta a la vida “normal” sino volver a la vida como Dios quiere que vivamos. Aspirar a los bienes del cielo,….a la paz que viene del perdón,…a la misericordia, a buscar a hacer el bien siempre, buscar vivir la vida desde la humildad y no desde la vanidad, buscar la comunión con Dios y los hermanos. A valorar la santa eucaristía. A valorar y cuidar la naturaleza.

*Párroco de la Iglesia La Sagrada Familia en Ottawa y columnista de Hispanos Católicos

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